¿Qué es el mantenimiento correctivo planificado?
Las empresas de mantenimiento integral siempre hablan de las labores preventivas como la mejor manera de evitar parones innecesarios de la actividad que puedan suponer pérdidas económicas. Estas tareas suelen ir acompañadas de trabajos correctivos que a pesar de ser el “hermano menor”, siempre es recomendable su contratación y en algunas ocasiones su uso prevalece frente al preventivo.
Podemos definir el mantenimiento correctivo como un conjunto de labores cuyo fin es corregir fallos de los equipos debido a la aparición de averías y por necesidad de reemplazo. Esta tipo de trabajos entran dentro de los planes de mantenimiento de una empresa o negocio, por lo que es un aliado perfecto del preventivo.
Si este último es el encargado de evitar las reparaciones, el correctivo se ocupa de solventarlas cuando suceden. A pesar de que tengamos problemas con los recambios o tenga un mayor impacto económico, su contratación es inevitable y siempre se pueden aplicar a maquinaria o equipos que no interfieran en la productividad de la empresa.
Tipos de mantenimiento correctivo
Dentro de la importancia que supone este tipo de labor existen dos tipos de mantenimiento correctivo: el planificado y el no planificado.
Como su nombre indica el mantenimiento correctivo planificado es aquel que tiene como objetivo anticiparse a los posibles fallos que se puedan dar en un equipo o instalación. Similar el preventivo, su labor principal es identificar piezas gastadas o posibles averías efectuando una revisión general. Además, al estar programado su realización se puede planificar, aprovechando las horas de inactividad y que no influyan en el rendimiento de la compañía.
Por su parte el mantenimiento correctivo no planificado, también llamado contingente, es aquel que se realiza de manera imprevista. Cuando hay un fallo o una avería inesperada, ésta se debe solventar con la mayor celeridad para evitar pérdidas económicas. En este sentido, cuando hablamos de este tipo de labor, es recomendable tener recambios disponibles y un técnico que será el encargado de efectuar el arreglo.
¿Cuándo emplear el mantenimiento correctivo?
Como empresa de mantenimiento integral lo más recomendable es contratar ambos trabajos; preventivos y correctivos. Uno para evitar que aparezcan averías y el otro para que cuando las haya se reparen de manera inmediata. De todas formas, el mantenimiento correctivo puede destinarse a equipos de menor importancia cuya paralización afecte poco o nada a la productividad de la empresa. También si contamos con recambios y estos pueden ser rápidamente reemplazados cuando se estropean.
A su vez se puede destinar a instalaciones donde se detecte que el rendimiento está bajando ya sea por su excesivo uso o porque tiene una determinado antigüedad. En esos casos, podremos anticiparnos a la aparición de averías ya sea sustituyendo piezas o desarrollando las tareas necesarias para su correcto uso.
Sea como fuere, es recomendable la contratación de estos tipos de mantenimientos para el correcto funcionamiento de cualquier compañía sin importar el sector. Garantizar el adecuado uso de las instalaciones no solo evitará pérdidas económicas sino que los profesionales trabajarán en un entorno seguro aumentado su productividad.